viernes, 20 de julio de 2012
50 años de la Naranja Mecánica de Anthony Burgess (III)
-Un libro -dije-. Usted está escribiendo un libro. -Hablé con una golosa muy áspera.- Siempre experimenté la mayor admiración por los que saben escribir libros. -Luego miré la primera hoja, y tenía escrito el nombre, LA NARANJA MECANICA, y dije:- Caramba, es un título bastante glupo. ¿Quién oyó hablar jamás de una naranja mecánica? -Seguí leyendo, e iba alzando la golosa, hasta el agudo del tipo predicador: «Para oponerme al intento de imponer al hombre, criatura que crece y puede demostrar bondad, que es capaz de beber el néctar que brota de los labios barbados del Señor, para oponerme al intento de imponerle leyes y condiciones sólo apropiadas para una creación mecánica, levanto la acerada pluma...»
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