OVNI
Howard Fast
- Nunca lees en la cama - le dijo el señor Nutley a su mujer.
- Antes sí, ¿te acuerdas? - contestó la señora Nutley -. Pero luego descubrí que
me bastaba con quedarme quieta y ordenar mis pensamientos.
- Te envidio. Nunca tienes dificultad para dormirte.
- Oh, sí. Algunas veces. Para ser completamente franca - agregó -, creo que las
mujeres hacemos menos alharaca que ustedes los hombres.
- Yo no hago alharaca - protestó el señor Nutley, dejando de lado su «New
Yorker» y apagando la luz del velador. Es algo muy desagradable. No padezco de
insomnio, pero se me ocurre una idea y me da vueltas y vueltas en la cabeza.
- ¿Tienes una idea esta noche?
- Sólo que Ralph Thompson es un tipo insoportable, pero no sé si eso se puede
llamar una idea.
- Eso no basta para mantenerte despierto. Debo admitir que yo siempre lo he
encontrado muy agradable como vecino. Podríamos tener vecinos peores, sabes.
- Supongo que sí.
- ¿Por qué estás enojado con él? - preguntó la señora Nutley, tapándose bien
para protegerse contra el frío de la habitación.
- Porque nunca estoy seguro si me está tomando el pelo o hablando en serio.
Todos los artistas y escritores son insoportables, pero ninguno tan insoportable
como él. Como yo me traslado a la ciudad todos los días y pongo el traste sobre
una silla para ganarme la vida honradamente, me transformo, según él, en parte
del establishment y en objeto de sus bromas.
...
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