viernes, 6 de septiembre de 2013

¿Sabes de dónde es este fragmento?

—El teniente quiere verte —gritó Steve a través de la sala. 
 Andy agitó la mano en señal de asentimiento, se puso en pie y se desperezó, alegrándose de poder perder de vista el fajo de informes en los que estaba trabajando. Primero lo de Billy Chung, después descubrir que Shirl se había marchado... eran demasiadas cosas para una sola noche. ¿Dónde buscaría a Shirl, para pedirle que regresara? Pero, ¿cómo podía pedirle que regresara si los Belicher estaban aún allí? No era la primera vez que sus pensamientos daban vueltas en ese sentido. No le conducían a ninguna parte. 
Llamó a la puerta de la oficina del teniente, y entró. 
—¿Quería usted verme, señor? 
El teniente Grassioli se estaba tragando una píldora y asintió, luego se atragantó con el agua que utilizaba para hacerla pasar. Tuvo un acceso de tos, y se dejó caer en el viejo sillón giratorio, con un aspecto más grisáceo y más cansado que de costumbre. 
—La úlcera va a acabar conmigo cualquier día de estos. ¿Ha oído hablar de alguien muriéndose de una úlcera? 
No había ninguna respuesta para una pregunta como aquella.
...

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