sábado, 20 de diciembre de 2014

miércoles, 10 de diciembre de 2014

viernes, 5 de diciembre de 2014

lunes, 1 de diciembre de 2014

Humor

Cual es el animal que después de muerto da muchas vueltas?

El pollo asado.

domingo, 30 de noviembre de 2014

Frases

En las guerras, los soldados reciben las balas y los generales las medallas.

martes, 25 de noviembre de 2014

jueves, 20 de noviembre de 2014

sábado, 15 de noviembre de 2014

lunes, 10 de noviembre de 2014

Frases

No quiero trabajar como conductor de autobus, porque no me gustan las cosas pasajeras.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

jueves, 30 de octubre de 2014

sábado, 25 de octubre de 2014

lunes, 20 de octubre de 2014

Frases

El dermatologo es el único medico que puede dar diagnosticos superficiales.

miércoles, 15 de octubre de 2014

viernes, 10 de octubre de 2014

domingo, 5 de octubre de 2014

jueves, 2 de octubre de 2014

Inicio de LA MANO NEGRA DE LA MAGIA

LA MANO NEGRA DE LA MAGIA
Barbara Hambly

La captura de Lobo del Sol, como él mismo pensaba durante su ejecución, fue una cuestión de simple y estúpida mala suerte, y, como le hubiera dicho Malaliento de Mallincore, lo único que cabía esperar dadas las circunstancias.
La flecha que lo arrojó al suelo al alcanzarlo en lo alto de la espalda había salido de detrás de una pila de piedras que no hubiera podido esconder ni un coyote flaco --Lobo hubiera apostado al respecto hasta su última moneda de plata, que era exactamente lo que llevaba en su bolsa en aquel momento--. Su cuerpo golpeó la arena del arroyo seco en un momentáneo remolino de desorientación, dolor y náuseas, y en el segundo siguiente recibió un puñado de grava en la cara, levantada por los cascos de su asustado caballo. Su primer pensamiento fue: Con que el Rey de Benshar iba a cuidarnos las espaldas.
Entonces, a través de una cortina gris de debilidad, pensó que si se desmayaba era hombre muerto.
...

miércoles, 1 de octubre de 2014

martes, 30 de septiembre de 2014

Inicio de EL BASURERO

Así era su trabajo: se levantaba a las cinco de la fría y oscura mañana y se lavaba la cara con agua caliente si el aparato de calefacción funcionaba y con agua fría si el aparato no funcionaba. Se afeitaba cuidadosamente, hablándole a su mujer en la cocina, que preparaba jamón y huevos o panqueques o lo que hubiera aquella mañana. A las seis en punto estaba en marcha solo hacia su trabajo, y estacionaba el coche donde los otros hombres estacionarían los suyos a medida que se alzara el sol. A aquella hora de la mañana los colores del cielo eran anaranjados y azules y violetas y a veces muy rojos y a veces amarillos o claros como el agua sobre una piedra blanca. Algunas mañanas podía ver su aliento en el aire y otras mañanas no. Pero aún asomaba el sol cuando golpeaba con el puño la cabina del camión verde, y el conductor sonriendo y diciendo hola, subía al camión por el otro lado y entraban en la gran ciudad e iban calles abajo hasta que llegaban al lugar donde empezaban a trabajar. A veces se detenían en el camino a beber café negro y luego seguían con el calor en el cuerpo. Y comenzaban a trabajar, es decir que él saltaba frente a todas las casas y recogía las latas de basura y las llevaba al camión y les sacaba la tapa y las golpeaba contra el borde de la caja, de modo que las cáscaras de naranja y melón y el café usado caían y empezaban a llenar el camión vacio. Había siempre huesos de ternera y cabezas de pescado y trozos de cebolla y apio rancio. La basura reciente no era nada malo, pero sí la basura muy vieja. No sabía realmente si le gustaba o no el trabajo, pero era un trabajo y lo hacia bien, hablando mucho de él a ratos, y otros no pensando en él de ningún modo. Algunas veces el trabajo era maravilloso, pues uno estaba afuera temprano y el aire era limpio y fresco hasta que uno había trabajado demasiado y el sol calentaba y la basura humeaba. Pero casi siempre era un trabajo regular y tranquilo, y al pasar uno podía mirar las casas y jardines y ver cómo vivían todos. Y una o dos veces al mes le sorprendía descubrir que el trabajo le gustaba y que era el mejor trabajo del mundo.
...

jueves, 25 de septiembre de 2014

Inicio de ¿Amigo o Enemigo?

—"Pera, si te es posible, dile a ese tipo que hemos sufrido un accidente y necesitamos ayuda. Dile que no teníamos intención de aterrizar en un bosque sagrado..."
—"A él no."
—"¿No puedes traducirlo?"
—"Sí puedo. Lo que quiero decir es que este alienígena no pertenece al género masculino, sino al femenino. Se ve bien claro por la ligera protuberancia de la hoja mayor, ¿no lo ves?"
—"Yo no sé nada de los Grandifeos..."
—"Sí lo sabes, Jeff. Repásalo mentalmente mientras yo le explico a ella lo que me has dicho."
Mientras Pera repetía las palabras de Jeff en el idioma de los Grandifeos, Jeff se dio cuenta de que era capaz de distinguir su sexo. Cuando le transmitieron los conocimientos de su lengua, también adquirió otros a la vez... ¡naturalmente! Se ha de saber distinguir los sexos para poder entender un idioma, porque los cambios peculiares en los verbos de aquella lengua a menudo hacían referencia a ligeras variaciones en la anatomía de los Grandifeos.
—¿Accidente? —dijo la Grandifea—. Imposible Existen reglas estrictas sobre el uso del espacio y es evidente que las habéis violado. No sólo eso, la parte averiada de una de vuestra nave ha dañado a un Tuinta. Estáis en un buen aprieto.
...

sábado, 20 de septiembre de 2014

Busca la procedencia de este fragmento.

Y luego llegó ese día, cuando alrededor, en todas partes, se oyen caer las manzanas, una a una, del árbol. Al principio, sólo una aquí y una allá, y luego son tres, y luego son cuatro, y luego son nueve, y veinte, hasta que al fin las manzanas se precipitan como una lluvia, golpean como cascos de caballo la hierba suave, y cada vez más oscura. Uno es la última manzana del árbol, y espera que el viento lo libre lentamente de los lazos que lo unen al cielo y lo haga caer. Mucho antes de golpear la hierba, uno ha olvidado ya que había un árbol, u otras manzanas, o hierba verde abajo. Uno cae en la oscuridad...
— ¡No!
El coronel Freeleigh abrió rápidamente los ojos, y se sentó muy derecho en la silla de ruedas. Extendió la mano fría en busca del teléfono. ¡Estaba todavía allí! Lo apretó un momento contra el pecho, parpadeando.
— No me gusta ese sueño -le dijo al cuarto vacío.
...

lunes, 15 de septiembre de 2014

Inicio de LA CAIDA

LA CAIDA 
Carlos Buiza 

DEL COMANDANTE AL CONSEJO SUPREMO DEL SISTEMA REYGAL. - Hemos detectado otro Sistema Planetario y a él nos dirigimos. Parece ser el más propicio según nuestros instrumentos, aunque no el más cercano. Está situado en oposición periférica de su galaxia, en cuyo centro existe gran asociación estelar de la que también nos ocuparemos. El Sistema forma parte de otro sistema de soles que cuenta con más de 200.000 millones de estrellas y más de un billón de planetas. Se halla a unos 26.000 años luz del centro de su galaxia y los planetas que lo componen han sido seleccionados por los Cerebros Biotáxicos en primer lugar. A LA COMANDANCIA. - Nada de particular desde el último mensaje. Hombres, animados y en perfectas condiciones. Moral y comunicados médicos, inmejorables. Ningún accidente ni enfermedad. 

PARTICULAR. - Querida M.: Pronto estaré de vuelta, lo estoy deseando. Es una lata tener que hablar así, pero no hay otra forma. Tampoco puedo decirte muchas cosas, misión ultrasecreta, ya sabes. ¿Qué tal Pol? Besos de mi parte. Para ti también. Te traeré una estrella. Hasta pronto. Pol. DEL CSSR al Cte. - Continúen según plan establecido. Obvio recomendar ahora mayor prudencia. Siga comunicando horas fijadas.
...

miércoles, 10 de septiembre de 2014

¿Sabes de dónde es este fragmento?

Con molestia atendí una llamada Miguel Rodríguez Orejuela a quien le tengo desconfianza: “Mompa, vos sabés que te he preguntado dos o tres veces por Fidelio, pero no me has dicho nada, y necesito saber, porque alguien del Gobierno me ha preguntado que si es verdad...”. A Fidel, le di vida a través de la prensa, pero entre la gente cercana ya circulaba el runrún de su fallecimiento. 

Como era obvio, seguí ocultando la muerte de Fidel, pero presentí en Miguel Rodríguez el interés de confirmar un chisme para pasarle la chiva, quizá a su candidato a la Presidencia. Sin lugar a dudas, Miguel pretendía obtener mérito con alguien. Trató de feriar la noticia de la muerte de mi hermano, maquinación dolorosa para mí. La relación con los Rodríguez fue circunstancial y temporal. En la época de los PEPES, me entrevisté con ellos siete veces. Cumplirles la cita en ese momento era normal, ellos eran los “jeques” y este tipo de relaciones en un país como Colombia es obligatorio manejarlas. Durante la lucha contra Escobar, varias veces me prestaron helicópteros para movilizarme. A pesar del nexo que existió, yo por naturaleza he sido un ‘antinarcos’. He desconfiado de los narcotraficantes por el hecho de ser tales. Desprecio el narcotráfico porque siempre, tarde o temprano, destruye lo que toca. Acaba con ideologías y principios, acaba con todo.
...

viernes, 5 de septiembre de 2014

¿Sabes de donde es este fragmento?

—¡No quiero oír nada más! —gritó Billy, pero Peter siguió hablando como si Billy no estuviera allí, tendido junto a él, y no hubiera dicho nada. —"...y vi un nuevo cielo y una nueva tierra: ya que el primer cielo y la primera tierra habían desaparecido; y ya no existía ningún mar". Así está escrito en la Revelación, la verdad se encuentra allí si la buscamos. Una revelación para nosotros, una vislumbre del mañana... 

—¡CALLESE! 

No sirvió de nada, y la monótona voz continuó resonando contra el rumor del viento que soplaba alrededor del viejo automóvil y penetraba a través de las rendijas y agujeros. Billy tiró de una esquina de la raída manta para taparse la cabeza a fin de apagar el sonido, pero la diferencia era escasa y, por contra, apenas podía respirar. La deslizó debajo de su barbilla y contempló fijamente la gris oscuridad en el interior del vehículo, tratando de ignorar al hombre que estaba a su lado. Quitados los asientos, el sedán se había convertido en una habitación, no demasiado espaciosa. Dormían uno al lado del otro en el suelo, extrayendo el calor que podían del andrajoso montón de material aislante contra el fuego, relleno de los asientos y la arrugada tela de plástico que constituían su lecho. Se percibió un súbito olor a yodo y a humo cuando el viento sopló a través de la chimenea del tubo de escape y removió las cenizas en el portaequipajes, que utilizaban como estufa. La última briqueta de carbón marino había ardido allí una semana antes.
...

lunes, 1 de septiembre de 2014

Fragmento

Atrás Y Fuera
      
—No quiero estar atada al asiento —dijo Rinda con las mejillas tan pálidas que sus pecas resaltaban doblemente.
—Es necesario —repuso Jeff reclinándola en su asiento mientras activaba la red protectora—. Norby cree que La Esperanza puede sufrir una gran sacudida cuando entremos en el universo paralelo.
—¿Pero no podría estar más cerca de ti? —le suplicó.
—Yo también estaré sujeto por la red en este asiento, Rinda, pero dejaré una mano libre para que pueda tocar la tuya.
Ula, ya metida en una caja acolchada con una ventanita transparente, daba su opinión respecto a la aventura, unas veces aullando y otras gruñendo.
—¿No podrías poner a ese animal en el dormitorio? —preguntó Norby ocupado en conectarse al ordenador que estaba en contacto con el CI, en la nave de los Otros, por medio de ondas transmitidas por radio y también por cables que iban de nave a nave.
—Si Ula se escapara con sus garras, quiero tenerla cerca para sujetarla —dijo Jeff.
—¿Cómo ibas a hacerlo si estás atado como yo? —preguntó Rinda.
...

domingo, 31 de agosto de 2014

Resumen de La voz de las espadas

Joe Abercrombie
La voz de las espadas

El inquisidor Glokta, convertido en un cínico tullido tras su paso por las cárceles de los enemigos de la Unión, es ahora a su vez un eficaz torturador capaz de extraer información de cualquiera. A su vez, el capitán Jezal dan Luthar no ha hecho otra cosa en su vida que desplumar a sus amigos jugando a las cartas y soñar con la gloria de vencer en el Certamen de esgrima. Pero se está fraguando una guerra, y en los campos de batalla del Norte la lucha se rige por normas mucho más sangrientas... Logen Nuevededos, infame bárbaro de pasado sangriento, acaba de perder a sus amigos y está decidido a abandonar sus tierras y dirigirse al Sur, pero los espíritus le advierten que le busca un Mago de los Viejos Tiempos... Sus historias se entrelazan en una fantasía negra repleta de acción y personajes memorables.

sábado, 30 de agosto de 2014

Inicio de LOS ABANDONADOS

LOS ABANDONADOS
Rychard Lee Byers

Durante horas, el temor se hizo dueño de Vladawen hasta que, finalmente, se dio cuenta de que ya no tenía sentido dudar.
-La han atrapado.
-¿Cómo puedes estar tan seguro? -preguntó Nindom, un hombrecillo enjuto y nervudo, con el tabique nasal desviado y un gusto vistiendo de lo más extravagante, que le hacía recordar a un puñal enfundado en su vaina.
-Necio -dijo Ópalo-, pues porque de no ser así ya habría vuelto ¿No crees? No es fácil colarse en la fortaleza de un mago curtido y, según cuentan todos, el Castillo Piedrarroja es prácticamente inexpugnable. -Fea y huesuda, Ópalo había sido la que menos problemas había tenido para hacerse pasar por una nativa de la zona. A pesar de la imponente presencia del castillo, se trataba de una región rural.
-Qué comentario más inteligente -dijo Nindom-. Me maravilla pensar lo útil que habría sido si lo hubieras compartido con nosotros hace unas horas, es decir, antes de que Lilly se perdiera en la noche.

jueves, 28 de agosto de 2014

Inicio de Un Cambio Desastroso

Un Cambio Desastroso

¿Sabes quien es su autor?

Jeff estaba de bruces en el suelo. Alguien le lamía el cogote. Al incorporarse vio que se hallaba en la nave pequeña de los Wells, La Esperanza, y Norby estaba instalado ante el panel de control. No pudo ver gran cosa porque su animal de compañía multiformas Ula, se había subido encima de él y le lamía la barbilla como en éxtasis. Un fuerte ronroneo surgía de su pelaje verde.
—¿Dónde has estado, Jeff Wells? ¡Te he estado esperando y esperando! 
—Parecía que Rinda había llorado, pero en aquellos momentos estaba tan furiosa como puede estarlo la hija de una feroz reina Iziana—. ¿Y bien? ¿Qué os ha pasado a los dos?
Jeff soltó una alegre carcajada.
—¡Estamos en casa! ¡El universo está a salvo! ¡Todo existe todavía!
—¿Te has vuelto loco? —preguntó Rinda olfateándole.
—Tu razonamiento es lógico, Jeff —intervino Norby—. Si Rinda está aquí, es porque desde que Ing abandonó el hiperespacio ha transcurrido el tiempo suficiente para que Rinda llegara a nuestro apartamento.
—Pues claro que sí, idiota —dijo Rinda—. Pasé todo el día con el almirante en el Comando Espacial mientras la flota os buscaba, pero él y yo sabíamos que la nave La Búsqueda no sería encontrada porque os habíais ido al hiperespacio donde nadie puede seguiros. Luego Yobo me trajo aquí y esperamos un par de días, Pero tú no apareciste, de modo que tuve que quedarme para consolar a Ula, con la esperanza de que tu hermano regresase a casa después de sus vacaciones, pero no ha vuelto. He estado sola y me he sentido muy desgraciada. No me gusta lo que dan por la holovisión terrícola y ¿dónde has estado?
...

miércoles, 27 de agosto de 2014

Inicio de MI MONSTRUO DE OJOS SALTONES

MI MONSTRUO DE OJOS SALTONES
ROBERT BLOCH

Algo poco corriente ocurrió la otra noche. Eran alrededor de las diez, y me encontraba en un bar. 
Hasta aquí no hay nada que no sea habitual, pero lo que no resultó habitual es que aquella fue la noche en que Fast Mickey salvó al mundo. 
Fast Mickey es el barman del bar adonde voy, y si alguien dudara aún en aquel momento que aquella cabeza gordinflona iba a salvar al mundo, nosotros los habituales, hacía ya un montón de tiempo que sabíamos que era ladino como nadie. Muchos chicos distinguidos vienen aquí con el único fin de charlar con Fast Mickey: chicos realmente distinguidos, peces gordos, profesores, médicos de locos, e incluso, de tanto en tanto, vendedores de coches usados. 
Se diría que Fast Mickey tiene especialidad en médicos de locos. Y aquella noche, precisamente, tenía a toda una banda a su alrededor, incluido Sigmund el Subconsciente. Sigmund el Subconsciente viene siempre a contarle sus penas a Fast Mickey. 
—Vosotros, los barmans, sois los mejores psiquiatras del mundo—le dice—. Durante todo el día hay gente que viene a contaros sus problemas, y seguramente os hacen más confesiones que a nosotros. Para mí, vosotros reunís en una sola persona la imagen paternal y el brujo. Veamos, quizá pudieras ayudarme...
...

martes, 26 de agosto de 2014

Inicio de FIAT MUNDUS

FIAT MUNDUS 
Carlos Gardini 

Crear un mundo es una tarea enojosa y agotadora que exige la paciencia de un relojero y la perseverancia de un elefante (no sé por qué un elefante, quizá porque la palabra se me ha pegado, con esa «ele» inicial que si se deja caer coincide exactamente con la trompa de ese animal imposible, por cierto una de las obras maestras de mi padre), pero no hay nada tan satisfactorio, ni siquiera un buen jardín, como ver el conjunto casi terminado, cuando sólo necesita un par de golpes de cincel para despertar de una somnolencia precaria a la perfección de una vida ficticia. 

Ahora bastará ese detalle, ese último retoque, para infundir un movimiento propio al mundo populoso y fantástico del que tras tantos esfuerzos me distanciaré con desdén y soberbia. Pero es injusto que yo, sólo por tener esa ocurrencia - magistral, por cierto, e imprescindible, quién podría negarlo - que dará impulso definitivo a una idea vastísima que hasta ahora sólo gozó de una vida potencial, encerrada dentro de sí misma como un feto en la membrana (pero la analogía es más que imperfecta; aunque mi abuelo añadiría, citando a uno de sus propios personajes, que toda analogía es imperfecta), sería injusto, digo, que por contar con ese involuntario privilegio yo negara u olvidara a quienes realizaron el trabajo más arduo y meticuloso. Es verdad que sin mi ocurrencia tantas invenciones serían casi cuerpos sin vida, pero tal vez yo la tuve precisamente porque carezco de imaginación o porque mi imaginación es limitada. Mi mente no está poblada por retablos multitudinarios a los que hay que pintar con diez, cien, mil colores y matices con la exquisitez de un artesano, pero el ojo de mi mente descubre en el acto, en ese mundo que yo sería incapaz de concebir por mi cuenta, el color desleído, el matiz que inevitablemente echa a perder el resto, y da con el tono preciso para volver armónico el conjunto. ¿Qué sería de esos geniales chispazos aislados sin una vocación de síntesis? Todo habría terminado como empezó, en un mero pasatiempo familiar.
...

lunes, 25 de agosto de 2014

¿Sabes de dónde es este fragmento?

—Hola, forastero —dijo Sol.
Shirl pudo oír claramente su voz a través del tabique que separaba las dos habitaciones. Estaba sentada junto a la ventana, arreglándose las uñas; dejó caer el estuche de manicura sobre la cama y corrió hacia la puerta.
—Andy... ¿eres tú? —gritó, y cuando abrió la puerta le vio allí de pie, tambaleándose un poco por la fatiga.
Shirl se puso de puntillas para besarle y Andy la besó a su vez, brevemente, antes de entrar en el cuarto y dejarse caer sobre el asiento de automóvil junto a la mesa.
—Estoy hecho polvo —dijo—. No he dormido desde... ¿cuándo fue?... desde anteanoche. ¿Conseguisteis el agua?
—Llenamos los dos tanques y las latas antes de que la cerraran —dijo Sol—. ¿Qué pasa con el agua? He oído algunas explicaciones en la televisión, pero no me han convencido. ¿Qué es lo que nos ocultan?
—¡Estás herido! —exclamó Shirl, dándose cuenta por primera vez de que la manga de la camisa de Andy estaba desgarrada, dejando asomar un vendaje.
—No es nada, un simple rasguño —dijo Andy, y sonrió— Herido en el cumplimiento del deber... y por una horca también.
—Persiguiendo a la hija del granjero probablemente. La historia de siempre—bromeó Sol—. ¿Quieres un trago?
—Si queda algo de alcohol puedes cortarlo con un poco de agua. Me sentará bien.
Cuando Sol le entregó el vaso, Andy sorbió la bebida y se retrepó en el asiento. Pareció relajarse ligeramente, pero sus ojos estaban rojos de fatiga y los mantenía casi cerrados. Shirl y el anciano se sentaron frente a él.
...

domingo, 24 de agosto de 2014

Inicio de CANCIÓN ÉLFICA

CANCIÓN ÉLFICA
Elaine Cunningham

Preludio
En el corazón del Norland, a pocos días de camino desde la gran ciudad de Aguas Profundas, se extiende una vasta y antigua espesura conocida con el nombre de Bosque Elevado. Los pocos aventureros que habían osado adentrarse en él volvían contando historias de visiones extrañas y portentosos animales, y eran muchas las leyendas y canciones que describían la belleza y los peligros de aquella región. Sin embargo, uno de aquellos cuentos no llegó a ocupar su lugar entre las historias relatadas junto al fuego ni entre el saber popular de los bardos.
El malvado de aquel cuento no narrado era un dragón verde llamado Grimnoshtadrano —Grimnosh, para sus amigos y víctimas—, y esa falta de notoriedad impedía que el dragón pudiese dedicarse a su pasatiempo favorito. Grimnosh coleccionaba acertijos con la misma avidez con la que atesoraba sus riquezas. Detenía a todo aquel que pasaba cerca de su boscosa guarida para desafiarlo a salvar su vida a cambio de un acertijo que él no pudiera resolver. Los viajeros escaseaban por aquellos dominios y ninguno de ellos había podido ofrecer a Grimnosh una adivinanza que él no fuese capaz de responder. A pesar de todo, el dragón había dejado en libertad a dos o tres con la esperanza de que el relato de su experiencia atrajera al bosque a otros maestros de acertijos y bardos en busca de fama y aventuras. Por supuesto, conforme a su naturaleza, el dragón pretendía zamparse a todos aquellos hombres y mujeres sabios en cuanto hubiese resuelto el dilema que le planteasen.
...

sábado, 23 de agosto de 2014

Inicio de LOS ARPISTAS

LOS ARPISTAS
Elaine Cunningham

Preludio
El elfo emergió en un claro, un pequeño prado verde rodeado por un círculo de enormes y milenarios robles situados muy cerca unos de los otros. Su camino lo había llevado a un lugar de extraña belleza que, a unos ojos menos avezados que los suyos, podría parecer totalmente natural. El elfo nunca había visto un lugar tan verde. Unos rayos de sol matutinos atravesaban las hojas y enredaderas, e incluso el aire que lo rodeaba parecía espeso y vivo. A sus pies, gotas esmeralda se adherían a la hierba. Los inquisidores ojos del elfo se estrecharon mientras hacía cábalas. Se arrodilló y examinó la hierba hasta encontrarlo: un rastro casi imperceptible donde la hierba, que llegaba hasta los tobillos, no tenía rocío. Sí, su presa había pasado por allí.

jueves, 21 de agosto de 2014

¿Sabes de dónde es este fragmento?

— ¡BUM!
Se golpeó una puerta. En un altillo el polvo saltó de escritorios y estanterías. Dos viejas se apretaron contra la puerta del altillo, para que no se abriera. Mil palomas parecían haberse elevado desde el techo. Las viejas se doblaron, como abrumadas por el peso de las alas. Luego se detuvieron, con cara de sorpresa. Sólo se oía el sonido puro del pánico, los corazones que golpeaban en los pechos... Sobre ese rugido, trataron de hablarse.
— ¡Qué hemos hecho! ¡Pobre señor Quatermain!
— Debemos de haberlo matado. Y alguien nos ha visto sin duda, y nos ha seguido. Mira...
La señorita Fern y la señorita Roberta miraron entre las telarañas de la ventana del altillo. Abajo, como si no hubiera ocurrido una gran tragedia, los robles y olmos seguían creciendo a la tibia luz del sol. Un chico se paseaba por la acera, mirando hacia arriba.
En el altillo las dos viejas se espiaron como si quisieran verse las caras bajo las aguas de una corriente.
...

miércoles, 20 de agosto de 2014

Inicio de EL OCASO DE LA MAGIA

EL OCASO DE LA MAGIA
D.J. Heinrich

Hay muchas razones por las que uno debe escribir sus memorias. Los diarios de los grandes estadistas siempre proporcionan relatos excelentes. A veces es importante dejar un testimonio escrito para los hijos; a veces para rendir un homenaje a los amigos.
Flinn el Poderoso fue el más grandioso héroe de Penhaligon. Encarnaba el espíritu del Quadrivial: el honor, el valor, la fe y la gloria, los Cuatro Pilares del reino. Yo inicié su preparación con la esperanza de que algún día me sucediese como alcaide del Castillo de los Tres Soles. No fue así.
Todos han oído hablar de su batalla final que entabló con Verdilith, el gran Dragón Verde. Y, a pesar de que, con la ayuda de Vencedrag, le dejó lisiada una de las patas delanteras, la bestia asestó un golpe mortal a Flinn antes de que pudiera rematarla. Su cuerpo fue entregado al fuego con los honores propios de un caballero, y su espada, Vencedrag, quedó en posesión de su amada escudero, Johauna Menhir: una joven admirable.
Verdilith tenía un aliado en el Castillo de los Tres Soles, un misterioso hechicero cuyo verdadero nombre era Teryl Uro. Este mago había forjado el abatón, una caja que anulaba el poder de la magia. Uro se las ingenió para que aquella caja, que tantos estragos podía causar, fuese a parar a Armstead -una aldea de magos-. Jo y sus compañeros, Braddoc Briarblood, Karleah Kunzay y Dayin, el muchacho montaraz, se dirigieron a Armstead para interceptar la caja, pero llegaron demasiado tarde. La energía mágica de Armstead ya había activado el abatón, convertido ahora en una puerta dimensional entre Mystara y el mundo de los abelaat, de donde provenía el propio Teryl Uro. Cuando llegaron Jo y sus amigos, el abatón se había abierto, lo que había provocado la destrucción de la aldea con todos sus habitantes.
...

martes, 19 de agosto de 2014

Inicio de LA DORADA COMETA, EL PLATEADO VIENTO

— ¿La forma de un cerdo? -preguntó el mandarín.
— La forma de un cerdo -respondió el mensajero y partió.
— ¡Oh, que mal día en un mal año! -exclamó el mandarín- cuando yo era niño, la 
ciudad de Kwan-Si, del otro lado de la montaña, era muy pequeña. Pero ahora ha 
crecido tanto que le pondrán una muralla.
— Pero, ¿por qué una muralla a tres kilómetros de distancia enoja y entristece a 
mi buen padre? -preguntó serenamente la hija del mandarín.
— Esa muralla -dijo el mandarín- ¡tiene la forma de un cerdo!. ¿No entiendes?, 
la muralla de nuestra ciudad tiene forma de una naranja. ¡El cerdo nos devorará 
velozmente!
— Ah.
El mandarín y su hija se quedaron pensando.
...

lunes, 18 de agosto de 2014

¿Sabes de dónde es este texto?

Bastante facilito...

Culpa mía no fue: delirio insano 
me enajenó la mente acalorada. 
Necesitaba víctimas mi mano 
que inmolar a mi de desesperada, 
y al verlos en mitad de mi camino 
presa les hice allí de mi locura. 
¡No fui yo, vive Dios! ¡Fue su destino! 
Sabían mi destreza y mi ventura. 
¡Oh! Arrebatado el corazón me siento 
por vértigo infernal..., mi alma perdida 
va cruzando el desierto de la vida 
cual hoja seca que arrebata el viento. 

domingo, 17 de agosto de 2014

Inicio de La marca del lobo

La marca del lobo
           

            El sol empezaba a decaer por detrás de las montañas, allá en el oeste, y su agónica luz iluminaba caprichosamente el valle. Convertía a aquel lugar en un paraje casi tétrico acompañado en su imagen por la monótona y estéril capa de nieve que lo cubría todo. Pero a Molg aquella luz le parecía una bendición: le permitía seguir avanzando y rezaba a sus dioses para que durase lo suficiente hasta encontrar un refugio.
            Llevaba caminando sin descanso desde que unos aullidos de lobo le despertaran bruscamente aquella mañana. Había recorrido desde entonces mucho kilómetros abriéndose paso a través de la maleza y luchando contra la nieve y contra su propio cansancio. Durante todo el dia había estado oyendo los aullidos, cada vez mas cerca, unas veces a su izquierda  y otras a su derecha, siempre rodeándole. Ahora, el crepúsculo avanzaba hacia la oscuridad y Molg sabia que habría de detener su marcha y enfrentarse a los lobos. Era más que probable que no sobreviviese a esa noche pero aunque lo hiciera, al amanecer la manada lo tendría rodeado, así que su destino parecía inexorablemente la muerte.

sábado, 16 de agosto de 2014

Inicio de Una sombra en la noche

Una sombra en la noche
             

            Nunca olvidaría la cara de crispación, dolor e ira del mago cuando escapó con la joya entre sus manos. Alzó las manos al cielo y prorrumpió antiguos conjuros entre gritos y maldiciones, y a Malthus le pareció que en aquel momento el mago abandonaba su alma humana fundiéndose con un poder oscuro y maligno. Sin embargo pudo escapar con vida del castillo deslizándose por una cuerda que previamente había preparado para su huida.

jueves, 14 de agosto de 2014

Inicio de Cómo Dejó el Hotel

Louisa Baldwin
Cómo Dejó el Hotel 

Acostumbraba trabajar en el ascensor del Hotel Empire, esa gran construcción en líneas de ladrillos rojos y blancos como panceta rayada, que se levanta en la esquila de la calle ***. Hice mi servicio militar y fui descargado con galones de buena conducta; y esta es la forma en que obtuve el empleo. El hotel era una gran compañía con un comité de administradores compuesto por oficiales retirados y personas por el estilo; caballeros con dinero invertido en el consorcio y nada que hacer más que ponerse nerviosos sobre ello, y mi finado coronel fue uno de ellos. Fue un hombre de buen carácter que nunca dio un paso cuando su genio estuviera cruzado, y cuando le pregunté por un empleo, me dijo "Mole, eres el hombre justo para trabajar en nuestro gran hotel. Los soldados son civiles y prácticos, y el público los quiere más que a los marinos. Se nos fue un hombre y tu ocuparás su lugar." 
Me gustaba mi trabajo tanto como la paga, y cuidé el puesto por un año, y aún estaría allí de no mediar una circunstancia. Pero no me anticiparé. La nuestra era un ascensor hidráulico. Nada de esas desvencijadas cosas que se mecían como un loro enjaulado en una escalinata, a la que no podría confiar tranquilo mi cuello. La nuestra andaba tan suave como aceite, que un niño podía estar ahí y estar tan seguro como en el suelo. En vez de tenerla repleta de anuncios como un omnibus, teníamos espejos y las damas se podía ver el reflejo, dar palmaditas en sus peinados, y arreglar el maquillaje. Era como una pequeña salita de estar, con almohadones de tercipelo rojo donde sentarse, de esos que uno no quería hacer más nada que apoyarse encima para sentirse flotando como un ave.

miércoles, 13 de agosto de 2014

Inicio de LA TUMBA DEL DRAGÓN

LA TUMBA DEL DRAGÓN
D. J. Heinrich

Él vino tal como yo sabía que vendría. Como sabía que debía venir. Los humanos son así: previsibles, idealistas; limitados por el honor, sus votos y su absurda pasión. Los caballeros de los Tres Soles, en especial, son así. Resultan una presa fácil, casi tan fácil como matar caballos en un corral, y he matado muchos de ellos desde que tengo memoria.
Sin embargo, a decir verdad, Fain Flinn era diferente. Flinn el Poderoso, lo llamaban, y con razón. Descubrí que no era tan fácil liquidarlo como a los demás. Y la culpa era de su maldita espada, Vencedrag. Nosotros no podíamos, ninguno de los dos, matarnos el uno al otro, y aquella espada se mofaba de nosotros todo el tiempo.
Sí, fue Flinn quien me humilló -a Verdilith, el gran Dragón Verde, el azote de Penhaligon-; fue Flinn quien me impulsó a vencerlo mediante la subversión, ya que no podía lograrlo en el campo de batalla. Así que me despojé de mis preciosas escamas verdes y adopté forma humana. Convencí de mis excelentes gracias a la baronesa de Penhaligon, e incluso seduje a la encantadora esposa de Flinn, Yvaughan, para que lo abandonara... Y, cuando todo estuvo a punto, hice volver a un camarada caballero en su contra e hice que acusaran de deshonor al bueno de Flinn.
Hice que Flinn el Poderoso se hincara de rodillas.
...

martes, 12 de agosto de 2014

Inicio de LA TUMBA DEL ASTRONAUTA

LA TUMBA DEL ASTRONAUTA 
Alfonso Álvarez Villar 

Jean Moreau siguió con la mirada el perezoso curso de una nube de oro que se deslizaba como una carabela sobre el océano aéreo del cielo de Guatemala. Tenía la forma de una máscara tolteca que hubiese ascendido, por un extraño fenómeno, a los espacios celestes, dejando un cuerpo mutilado y sangriento en la Tierra. Aquellos altorrelieves monstruosos sólo le inspiraban pensamientos de sangre al arqueólogo francés. Con sus facies convulsas como gorgonas, sus cabezas de serpientes escupiendo veneno por los incisivos y sus extrañas teorías de sacerdotes, con los dedos de los pies cercenados, parecía aquélla una pirámide surgida del humus en el que se fraguan las pesadillas. 

Moreau yacía sentado en la vasta plataforma que remataba la gigantesca arquitectura truncada que dos mil años antes había erigido la más remota civilización maya hasta entonces desenterrada del gigantesco vientre de la jungla de Petén. Miró en derredor suyo y por un momento, al chocar sus ojos con el verde turmalina de la floresta, se creyó asomado a una de las barandillas de hierro de la Torre Eiffel, de París. Pero aquello no era el campo de Marte, sino un animal verdoso que crecía a un ritmo veloz, deglutiendo con rabia civilizaciones enteras. Sus miembros habían reptado durante veinte siglos por aquel gigantesco torreón de más de cien metros de altura. Los peones habían tenido que desenroscar con furia las lianas entrelazadas en torno a la obra del hombre. Y allá, hacia el Oeste, lamiendo casi la base posterior del Teocalli, fulgía un lago de aguas de plomo derretido sobre el que planeaban algunas aves y un enjambre de mosquitos.
...

lunes, 11 de agosto de 2014

¿Conoces la historia que aqui empieza?

A pesar de que el siguiente relato está confirmado con tanta seguridad como pueda estarlo cualquier hecho histórico, resulta casi increíble, debido a las monstruosas crueldades de que trata. No hay nada que hayamos oído contar con las mismas garantías de certidumbre que pueda comparársele, ni que muestre con tan horribles detalles hasta que extremos puede conducir a una persona un temperamento brutal, cuando carece del freno de la educación y el conocimiento del mundo. 
Sawney Bean nació en el condado de East Lothian, a unos trece kilómetros al este de la ciudad de Edimburgo, durante el reinado de Jaime I de Escocia. Su padre se dedicaba a recortar setos y excavar zanjas, e inició a su hijo en la misma profesión. En su primera juventud se ganaba el pan cotidiano con aquel oficio, pero siendo muy inclinado a la vagancia, terminó por abandonar a sus padres y trasladarse a la parte deshabitada de la región, llevándose con él a una mujer de inclinaciones tan perversas como las suyas. 
La pareja se instaló en una cueva, cerca de la playa del litoral del condado de Galloway; allí vivieron durante más de veinticinco años, sin ir a ninguna ciudad, pueblo o aldea. En aquel tiempo tuvieron un gran número de hijos y nietos, a los cuales criaron de acuerdo con sus propios hábitos, sin la menor noción de humanidad ni de sociedad civilizada. Nunca tuvieron ninguna compañía, y se mantenían a sí mismos robando, siendo, además tan crueles, que nunca robaron a nadie sin asesinarlo previamente.
...