lunes, 18 de agosto de 2014

¿Sabes de dónde es este texto?

Bastante facilito...

Culpa mía no fue: delirio insano 
me enajenó la mente acalorada. 
Necesitaba víctimas mi mano 
que inmolar a mi de desesperada, 
y al verlos en mitad de mi camino 
presa les hice allí de mi locura. 
¡No fui yo, vive Dios! ¡Fue su destino! 
Sabían mi destreza y mi ventura. 
¡Oh! Arrebatado el corazón me siento 
por vértigo infernal..., mi alma perdida 
va cruzando el desierto de la vida 
cual hoja seca que arrebata el viento. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario