viernes, 2 de marzo de 2012

El caballero de las botas azules

Otro fragmento del libro de Rosalía de Castro que citábamos la semana pasada:


HOMBRE
Yo quiero que mi voz se haga oír, en medio de la multitud, como la voz del trueno que sobrepuja con su estampido a todos los tumultos de la tierra; quiero que la fama lleve mi nombre de pueblo en pueblo, de nación en nación y que no cesen de repetirlo las generaciones venideras, en el transcurso de muchos siglos. 
MUSA. 
¡Necio afán el de la gloria póstuma, cuyo ligero soplo pasará como si tal cosa sobre el esparcido polvo de tus huesos! Cuídate de lo presente y deja de pensar en lo futuro, que ha de ser para ti como si no existiese. 
(...)
HOMBRE
inspírame para que pueda cantar en ese nuevo estilo que se me exige, que se espera con avidez, pero que nadie sabe. 
(...)
MUSA. 
Mucho olvidaste que te hace falta recordar y no imagines que, a semejanza de los ociosos, me ocupo de estas cosas para pasar el tiempo. Toda nueva vida requiere una confesión sicera de las pasadas culpas, y como tú no has examinado todavía tu conciencia, quiero librarte generosamente de tan incómodo trabajo. Además, es preciso que te veas tal cual eres y que te conozcas perfectamente a ti mismo, sin cuya circunstancia creerías valer más de lo que vales, y por temor a descender no darías un paso en la escabrosa senda que te espera.

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