domingo, 12 de mayo de 2013

¿Sabes de donde es este fragmento?

A la mañana siguiente, Pin encontró la cocina en un estado de alborotado nerviosismo, cuando se aventuró a bajar las escaleras. Ivy Chambers se había despertado durante la noche con un terrible dolor de muelas y la habían mandado apresuradamente a que le sacaran la muela ofensiva. A Hazel se le habla encomendado que se ocupara temporalmente de las tareas de Ivy, y no le estaba yendo demasiado bien con ese ascenso tan repentino. -¡Yo no soy cocinera! -mascullaba en voz baja mientras se ocupaba del funcionamiento de la cocina, sin orden ni concierto. Pin ayudaba en lo que podía, y las cosas podrían haber mejorado si Chambers, quizá preocupado por su esposa, no hubiera resbalado en la despensa, dándose un fuerte golpe.
Las lesiones no eran graves -un golpe leve en la cabeza y un pequeño esguince en la muñeca- pero bastaron para desequilibrar a todo el personal. Con la cocinera y el mayordomo indispuestos, la cocina todavía estaba revuelta cuando Royce llamó pidiendo su café de la mañana, unas horas más tarde.

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