miércoles, 10 de abril de 2019

¿Reconoces la obra?

NO CEJEMOS
El profesor Charles Kittredge corría a largas e inseguras zancadas. Y llegó a tiempo para arrancar de un manotazo el vaso que el profesor auxiliar Heber Vandermeer se había llevado a los labios. Fue casi como un ejercicio a cámara lenta.
Vandermeer, que al parecer estaba tan totalmente absorto que no había oído las pisadas sordas de Kittredge, adoptó una expresión a la vez sorprendida y avergonzada. Bajó los ojos hacia el roto vaso y el charco de liquido que lo rodeaba.
— ¿Qué era? -preguntó Kittredge con ceño fruncido.
— Cianuro de potasio. Me guardé un poco, cuando nos fuimos. Sólo por si acaso.
— ¿Qué beneficio nos habría reportado? Además hemos perdido un vaso. Ahora hay que limpiar eso... No, yo lo haré.
Kittredge encontró un precioso pedazo de cartón para recoger los trozos de cristal y un trapo todavía más precioso para absorber el venenoso líquido. Y salió un momento para tirar los vldrios y -con gran pesar- el cartón y el trapo en uno de los tubos que los impulsarían arriba, hacia la superficie, a unos ochocientos metros de altura.
...

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