Vamos a ver si descubrís el inicio que traemos hoy:
En 1815, era obispo de D. el ilustrísimo XXXXXXXXXXXXX, un anciano de unos setenta y cinco años, que ocupaba esa sede desde 1806. Quizás no será inútil indicar aquí los rumores y las habladurías que habían circulado acerca de su persona cuando llegó por primera vez a su diócesis.
Lo que de los hombres se dice, verdadero o falso, ocupa tanto lugar en su destino, y sobre todo en su vida, como lo que hacen.
jajajaja. Mientras sigas con ese periodo de la literatura francesa te los pillaré todos. Si el primero que pusiste fue el conde de Montecristo y lo supe nada mas leer Marsella y Faraón, hoy no voy a dejar pasar a Los miserables, de Victor Hugo, aunque hayas tachado el nombre del Obispo Miryel
ResponderEliminarXD
ResponderEliminarEsta bien saberlo
Recurriré a los rusos XD
Me gusta especialmente la última frase
Lo que de los hombres se dice, verdadero o falso, ocupa tanto lugar en su destino, y sobre todo en su vida, como lo que hacen.
Si recurres a los rusos con quien lo vas a llevar mal es conmigo. Prueba con los alemanes, que son infumables...
ResponderEliminarNo se que será peor XDXDXD.
ResponderEliminarEsa frase tiene su punto si, puedes encontrar muchas del estilo en toda la novela.