sábado, 15 de octubre de 2011

El inicio de un clásico

Entrega semanal, igual alguno se siente aludido:

En esos tiempos en que todos estamos obligados bajo pena de lesa respetabilidad a entrar en alguna profesión lucrativa y a trabajar en ella con entusiasmo, un grito del partido opuesto, el de los que se contentan con tener lo suficiente, con mirar a su alrededor y gozar mientras tanto, puede sonar un poco a bravata o fanfarronería. Sin embargo no debería ser así. 
Lo que suele llamarse ociosidad, que no consiste en no hacer nada, sino en hacer mucho de lo que no está reconocido en los formularios dogmáticos de la clase dominante; tiene derecho a mantener su posición al igual que la industriosidad.
Es cosa admitida que la presencia de gentes que rehusan entrar en las profesiones que se premian con peniques, es a la vez un insulto y un desánimo para aquellos que lo hacen. Un buen muchacho (como vemos muchos) toma su determinación, vota por su oficio, y según la enfática expresión americana, "va por ellos".

¿De quien será este texto?

3 comentarios:

  1. Nos sentimos aludidos todos los que disfrutamos haciendo cosas no remuneradas que nos satisfacen, como fue el caso de este abogado escocés, considerado uno de los grandes del siglo XIX.

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  2. JAJAJA. Como sigas poniendo autores de ese periodo y de esas características....

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