Bueno pues aquí tenéis mi segunda columna que trata un poco
sobre mi andadura “escritoril” y cómo mi paso por Internet influyó en ella.
Espero que de aquí se pueda sacar algo bueno.
De salida comentar que aunque siempre tuve interés por la
lectura, aunque fuese compartido con otros tantos, mi afición por escribir fue
tardía. Por un lado mi ortografía era pésima y tampoco tenía el menor interés
en remediarlo. Cosas tales como los acentos y la mayoría de signos de
puntuación estaban de más y escribía siempre en mayúscula y con una caligrafía
horrible, y esto último no ha cambiado. Supongo que todo esto se vio
condicionado porque como no había plazas para estudiar lo que quería me puse a trabajar
apenas terminar la EGB, y para lo único que me servía escribir por entonces era
para hacer listas de pedidos y poco más.
Otro de los factores que creo me influyó a retrasar el
primer paso, es el tipo de lectura que me gusta. Poco antes de empezar, a eso
de los veintipocos, mis autores de cabecera solían ser: Dumas, Stevenson,
Quevedo, Bécquer, Víctor Hugo, Goethe y algunos más del palo. Por lo que la
cosa me infundía muchísimo respeto. Para mí eso era escribir y acercarme me
parecía del todo imposible.
Hoy en día quiero pensar que aunque fue debido a un cúmulo
de factores, hubo un par de ellos determinantes. El primero fue el reunirme con
un grupo de amigos para intentar hacer cortometrajes. Y como ganas había pero
no muchas ideas y a mí lo de contar historias no se me daba demasiado mal, pues
me convertí en el guionista a falta de alguien mejor. Ya ahí empecé a cogerle
el gustillo a la cosa, pero no sería hasta la lectura de Ivanhoe que decidí
lanzarme a contar mis historias. La obra de Walter Scott me resultó
tremendamente evocadora.
No sé si os pasaría, pero una de las cosas que buscaba era
el escribir historias que contuvieran elementos que echaba en falta, aunque con
el tiempo descubrí que no era a causa de los libros, sino a mi desconocimiento.
Muchas de esas cosas vinieron más tarde de mano de autores que por entonces
desconocía.
Al principio emborronaba folios con ideas peregrinas a ratos
perdidos, momentos en que uno no sabe muy bien qué hacer. Y al tiempo tomé la
determinación de dedicarle la mañana del domingo, o la tarde si ese sábado
noche me habían pasado tres pueblos, jejeje. El resto de la semana me limitaba
a coger ideas o rumiar sobre qué escribiría. Así estuve durante algunos años,
confinándome para crear sin compartir el resultado o mis inquietudes con nadie.
Como alguno ya sabréis empecé con una novela, (algo que no
recomiendo) la misma con la que sigo después de un millón de repasos y cambios,
(no fue hasta hace relativamente poco que me lancé a escribir relatos). Y salvo
por el hecho de que escribir se volvió algo más cotidiano, todo se mantuvo
igual hasta que Internet dio pie al cambio y a una considerable mejora.
Al igual que la escritura, Internet llegó bastante tarde a
mi vida, y condicionado por el interés de conocer a gente con inquietudes
afines (los aparatos eléctricos y yo no nos llevamos bien).
Sin saber cómo empecé a buscar, sin demasiado éxito en los
comienzos. Hasta que el 30 de Junio del 2007 me registré en Sedice. Al
principio dejé cuatro comentarios y medio y dirigidos mayormente a la búsqueda
de sevillanos que escribieran. Días más tarde me enteré de que había una
“quedada” en Valencia y sin pensarlo cogí el coche y me encajé allí. Y
ciertamente mi concepción en muchos aspectos cambió bastante. Salí de la “quedada”
con las pilas nuevas y muchísimas ganas de implicarme más de lleno. La verdad
es que todas las tertulias y certámenes a los que fui resultaron muy
enriquecedores, aunque también es cierto que en la mayoría de los casos más por
los asistentes que por las actividades propuestas. En cualquier caso animo a la
gente a que se pase por alguna.
Después de Sedice estuve probando por otros foros, aunque en
muchos había poca actividad y en otros, como fueron Ábrete libro y Pasadizo, no
llegué a integrarme. Algo más tarde conocí OcioJoven. Un lugar donde no vi
demasiados comentarios, pero donde sí se podían encontrar muy buenos textos.
Aunque le encontré bastantes pegas. El sitio se me hacía complicado y el hecho
de que los textos a mandar tuvieran que ser inéditos y tardaran tanto en salir,
unido a que no sabías cuándo te comentaban o si respondían a tus comentarios
limitó algo mi paso.
Creo fue por esa época, a raíz de un certamen en Dos
Hermanas, que empezó a fraguarse lo de formar un grupo de escritores en Sevilla
y se tuvieron los primeros contactos con blog y foros de creación propia.
Desde los comienzos del colectivo aunamos conocimientos
sobre páginas de interés literario e intercambiamos textos para corregir. Por
entonces descubrí la pagina de Axxon y su taller de escritura, donde mediante
buenas explicaciones y ejemplos corregí un buen número de errores, y me
familiaricé bastante más con los guiones de dialogo (aunque se siguen teniendo
errores, que uno se esmera por tener los textos pulidos y llega el Guybrush de
turno y te hace el texto polvo, jeje)
Algún tiempo después varios sevillanos de OcioJoven se
unieron al colectivo y la cosa ganó muchos enteros (Era gente que tenía más
tablas y de la que se aprendió mucho en poco tiempo). Fue entonces, animado por
Canijo y Weiss, cuando empecé con los relatos, algo que me trajo bastantes
alegrías, que pienso que me aportó cierta versatilidad y empezó a abrirme los
ojos en muchos aspectos.
Mantuve mi paso por Sedice y con algo de orientación por
parte de estos compañeros empecé a entrar más asiduamente en OcioJoven, pero
aún así seguí buscando sitios. Y como en los comienzos di con muchos portales
pequeñitos, donde la participación era escasa o inexistente o había un
“buenrollismo” infinito y colgaras lo que colgaras todo era estupendo y
fantástico. Lugares estos últimos donde gente que no te conocía de nada te
dejaba mensajes del estilo: “Amigo Ángel, tu texto me tocó el alma. Mil abrazos
de tu amigo X y que tu pluma te guíe por fértiles senderos”. Y uno se quedaba
con la sensación de que se estaba metiendo en una secta o algo por el estilo.
El tiempo pasaba e iba haciendo amistades en los foros, y
estas mismas amistades me recomendaban otros foros. Así fue como conocí
Fantasía Épica, quizás uno de portales donde mejor cayeron mis textos, y
Prosófagos, la única pagina donde la gente entra a corregir por sistema. Una
pagina que carece de versatilidad, en el sentido de que más allá de un foro
general donde se tocan algunos temas no están más que los textos de los autores,
pero donde se aprende muchísimo. El trato es muy agradable y dicho sea de paso
sirve de cura de humildad para más de uno (hay dos o tres miembros con una
habilidad para encontrar fallos o aconsejar posibles mejoras que te demuestran
lo lejos que estás de una posible autosuficiencia correctora). Creo que fue
aquí donde me recomendaron la página de “Stilus”, una pagina gratuita que tiene
un corrector de textos mucho más completo que el de Word o la de
“Wordreference”, que te hace las veces de pagina de la RAE, al tiempo que de
diccionario de sinónimos y antónimos y de traductor en varios idiomas.
Con el paso del tiempo el blog de Sevilla Escribe comenzó a
asentarse, y por medio de éste y del foro empezamos a conocer escritores de la
zona que demostraron interés por participar. Escritores que hoy son compañeros
y amigos, y con los que suelo reunirme una vez a la semana. Algo que de seguro
no hubiera pasado de no ser Internet.
A los pocos meses de crearse el blog de Sevilla Escribe y
algo más suelto con la creación decidí abrirme un blog propio. Como comentaba
llevaba años con mi novela y necesitaba saber qué opinión le merecía a la
gente. Y por otro lado tenía la convicción de que algo estaba mal y no podía
precisar qué. Así que sin terminar, eso sí, registrando lo que tenía, empecé a
colgarla por entregas. Y la verdad es que es algo de lo que me alegro, porque
me ayudó a darme cuenta de muchas cosas, y por otro lado corroboró varias de
las apreciaciones que me hicieron en el colectivo. En especial las de Canijo,
que todavía a día de hoy cuando sale el tema me mira con sus ojillos
entrecerrados y una sonrisa maliciosa, mientras señalándome con el dedo me
dice: “Te lo dije, mamona”.
En resumidas cuentas aprendí que las historias no me las
tenía que contar a mí mismo y no dar tantas cosas por sentado. Aprendí que
independientemente del estilo los textos tenían que fluir. Aprendí que había
que saber mirar al texto de forma global, que este no era una consecución de
frases bonitas o biensonantes, y que las frases no eran más hermosas por
retorcerlas más. Aunque bien es verdad que a veces la cabra tira al monte y
recae en esos errores. Pero por suerte no faltan los que están ahí para
aconsejarme, corregirme y animarme. Personas que viven lejos, muchos más allá
del charco, pero que gracias a Internet puedo tener cerca. Y todos estos logros
y mejoras, y otras tantas que quedan en el tintero, en menos de dos años. Dos
años muy intensos, y en los que aprendí mucho más que en todos los anteriores.
Me despido, esperando que al menos las páginas que citó os
sean de ayuda, y si recuerdo alguna más ya la añado en mensajes posteriores. Si
tenéis algo que opinar o compartir alguna vivencia del estilo creo que es el
sitio, y si no tal vez conozcáis alguna pagina de interés que pudierais citar
por aquí. Sería una buena manera de echarnos un cable.
No sé vosotros, pero yo creo que eso de que la profesión de
escritor es algo solitario pasó a ser cosa del pasado.
Dos cositas:
ResponderEliminar- He tenido que poner yo en azul el texto :-(
- Todas esas páginas y blogs que recomiendas... quizás estaría bien ir haciendo un comentario individualizado de cada una y colocando los enlaces en la columna de la izquierda. Si todos lo veis apropiado se van colocando los sitios que recomendais como se hizo con el de la semana pasada que está ahí solitario.
Silvia me dijo que solo tenía que ponerlo en TNR 12 y listo :(
ResponderEliminarLo miro y arreglo en las otras ;)
En cuanto a las entradas y enlaces para la columna de la izquierda, pues sería ver cuales siguen abiertas y ponernos de acuerdo.
Hago una lista de blog y foros interesantes y ya complementamos o lo que sea ;)
Para ser un "lo que me salió de las meninges" es bastante moñas, hoyga xD xD xD xD
ResponderEliminarEs broma =) muchos hemos empezado así, sin creer que pudiéramos ser capaces de hacerlo. Sin embargo, cuando alguien me dice que "es que yo no puedo llegar a eso", siempre le contesto: tú eres capaz de hacer lo que te propongas. Y punto. No permitáis que nadie os corte las alas, y no os las cortéis vosotros mismos =)
Pues si sería una buena idea para todos el poder enlazar a esas páginas y foros.:)
ResponderEliminarYo también creo que lo de la soledad del escritor pasó a la historia. Por lo menos para aquellos que desean tener compañía en esa andadura. Internet ha introducido cambios muy profundos en nuestras vidas, más de los que somos capaces de percibir. Me alegra que en tu caso haya sido para bien :)
Varias cosas:
ResponderEliminar1) Alguien de por aquí es un gruñón.
2) Estoy con Nee: "No puedo" son las palabras más tontas que se pueden decir.
3) Quillo, moñas, pero mola :)
"En resumidas cuentas aprendí que las historias no me las tenía que contar a mí mismo"
ResponderEliminarPues posiblemente pierdas al lector más comprensivo. XD
Se hace lo que se puede, Ni. Aunque ya sabes que uno no anda muy sobrado de confianza para esto de juntar letras :)
ResponderEliminarMe quedo con eso del que la sigue la consigue ejejejee ;)
Pues si, Ángeles. Y bueno, creo que en mi caso concreto, no sé si sería capaz de llevar esa andadura yo solo, al menos en las distancias largas. Como poco se me haría muy cuesta arriba...
ResponderEliminarContento de que te gustara, Silvia.
ResponderEliminarY bueno, creo que me conocéis lo suficiente como para saber que lo moña viene de serie ejejejejej ;)
"Pues posiblemente pierdas al lector más comprensivo. XD"
ResponderEliminarPues lamentablemente no, Brutus. Soy mi peor critico. Hasta el punto de que reescribo las cosas 40 veces y pienso cada palabra. Es casi enfermizo y ni siquiera que la gente me diga que está bien me vale si yo lo no veo.
Por culpa de eso tengo varias novelas y relatos sin terminar.
A ver si rompo la racha con la novela que estoy ahora. Sería la primera que termino :)