martes, 6 de septiembre de 2011

La medida del éxito

Podrán decir muchas cosas de nosotros en el futuro, pero no creo que nadie pueda llamarnos oportunos. Este blog nace en una época en que la blogosfera está ya muerta y enterrada. Pretender triunfar con este medio a estas alturas viene a ser como querer hacer fortuna abriendo un videoclub o vendiendo chaquetas de color salmón con hombreras. Tradicionalmente, a esto se le llama “nacer desfasados”. Los blogs tuvieron su momento de popularidad, llegaron al cénit y decayeron de puro éxito. Todo el mundo tenía una bitácora, hasta que se llegó a un punto en que la Red estaba saturada de sitios en los que la gente contaba su vida, colgaba fotos de sus mascotas y, en otro orden de cosas, aprovechaba para poner a parir al prójimo a través de los comentarios. La saturación provocó, sobre todo, hartazgo. También dio como resultado un montón de blogs aburridísimos y capaces de licuar córneas, para qué vamos a engañarnos a estas alturas de la vida. Todo eso, unido a la necesidad de trabajo que requerían las actualizaciones, terminó por desanimar a los usuarios. Y entonces llegaron las redes sociales. Esas… cosas.

Puede que algún día escriba una entrada que trate más a fondo sobre el particular, pero hoy me basta con dejar clara una idea: no, no creo que vayamos a alcanzar las más altas cotas de éxito en el índice de popularidad con esta nueva aventura, singladura o, si me apuran, chaladura. Y sin embargo… Sospecho que de aquí puede acabar saliendo “algo”. Más allá de lo económico, de ganar suficiente pasta como para comprarse varias mansiones, tres o cuatro ferraris y uno o dos títulos nobiliarios sólo por fardar, hay una medida del éxito que funciona a nivel íntimo. En ese sentido, tengo la sensación de que este blog puede tener muy buenos resultados.

No vamos a reinventar la rueda. Tampoco vamos a sentar cátedra sobre nada. Pero prometemos tratar los temas que vayan surgiendo con sensatez, una mirada lúcida y sentido del humor. O al menos prometemos intentarlo. Ya se sabe lo perfectas que son siempre las intenciones y lo diferentes que suelen ser después los resultados. También prometemos divertirnos todo lo que podamos en el proceso, por lo que es de suponer que parte de esa diversión acabará redundando en beneficio de todos. Al menos, esa es nuestra intención más saludable y nos abrazaremos a ella con orgullo.

¿Qué encontrará aquel que decida pasarse por aquí? Estoy por asegurar que todo tipo de cosas lisérgicas, pero sobre todo textos relacionados con la escritura en cualquiera de sus vertientes imaginables. Habrá puntos de vista de personas que escriben con intención de publicar. También de personas que ya han publicado y lo seguirán haciendo. Sin olvidarse de aquellos otros que simplemente gozan de la palabra escrita tanto como la aman, respetan y procuran honrarla dentro de sus capacidades. Encontrarán, en suma, un blog pensado por y para la palabra. Tan maltratada como la tenemos en los tiempos que corren, bien saben los dioses que toda iniciativa que surja para protegerla y mimarla un poco es más que necesaria.

Cada uno de los autores de los textos tratará el tema que le venga en gana, según su forma, manera y estilo de hacer las cosas. Por tanto, que a nadie le extrañe si esto acaba pareciendo una jaula de grillos. Creemos que así puede ser mucho más memorable. Puede que hayamos llegado un poco tarde. Puede que no alcancemos la más mínima resonancia. Pero eso no nos importa en absoluto. Nosotros vamos a disfrutar todos y cada uno de los minutos que nos dure la tontería. Por eso, para nosotros esto es, desde ya, un puñetero éxito.

1 comentario:

  1. Si hasta me he emocionado y todo...

    Bueno, no, pero tú ya me entiendes XD

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